Visitas web, ventas y contenido creativo. Estos son los objetivos de las marcas hoy en día. Esto, a su vez, es una competencia para aparecer en las mejores posiciones de los buscadores. De eso se trata el SEM y el SEO.
Pero, ¿de qué hablamos cuando decimos SEO y SEM? Seguí leyendo y te despejamos todas tus dudas.
SEM: Posicionamiento pago
El SEM o Search Engine Marketing, también conocido como marketing en motores de búsqueda, es utilizado como técnica para mejorar el posicionamiento de nuestra web a través de anuncios pagos y con palabras claves. Se puede decir, como se dice en general, que el SEM tiene ventajas y desventajas.
Por el lado positivo podemos encontrar la visibilidad, ya que nuestra página web saldrá colocada entre los primeros puestos del ranking. Otra ventaja que tiene es el control de la inversión dado que sólo deberemos pagar cuando la gente haga clic en nuestro anuncio. En este sentido, el retorno de la inversión será rápido si la campaña está optimizada. Todo esto permite llevar tráfico a la página web, el cual podrá ser bien segmentado, ya que Google nos permite hacerlo por edad, sexo, ubicación, y hasta por intereses. De esta manera apuntaremos solo al público que nosotros consideramos target.
Por el lado de las desventajas, encontramos, por un lado, la inversión, ya que solamente vamos a conseguir resultados si invertimos la misma cantidad de plata, o más, que la competencia. Si estamos en un sector muy competitivo y no tenemos para invertir tanto dinero, la misma no va a servir y no habrá resultados positivos. Por otro lado, se debe ser muy cuidadoso y estratégico con las palabras clave que se eligen debido a que, si no hemos hecho una buena elección, nuestra campaña no tendrá éxito.
Por lo dicho anteriormente, se recomienda usar SEM cuando recién se empieza con un proyecto ya que es muy difícil lograr efecto con el posicionamiento orgánico, del cual hablaremos a continuación.
SEO. Posicionamiento orgánico
En segundo lugar, encontramos el SEO o Search Engine Optimization (optimización para motores de búsqueda), el cual se centra en los resultados de búsqueda orgánicos, es decir, lo que no son pagos. Aquí podemos hacer una división en dos grandes grupos: lo interno y lo externo. El primero trata sobre lo que se encuentra dentro de la página web, es decir, de la importancia del tiempo de carga y la experiencia del usuario. El segundo, es la parte que se encarga de los factores externos de la página web, es decir, la presencia en redes sociales y menciones en medios. Como todo, el SEO tiene sus ventajas, pero no es perfecto, también cuenta con sus desventajas.
Dentro de lo positivo, se encuentra la alta rentabilidad. Una vez que somos capaces de posicionarnos correctamente a través del mantenimiento y la optimización continuos, es suficiente para mantenernos en primer lugar. Con una descripción acertada y con palabras claves se puede lograr atraer al público objetivo. La inversión no es en dinero, sino en dedicación, ya que lo más importante del SEO es el contenido y se debe lograr que el mismo sea creativo, constante y atraiga. Los anuncios que están pagos son mal vistos por los usuarios, y hay algunos que directamente saltean los anuncios promocionados y van a los orgánicos.
En cuanto a las desventajas, los resultados no se ven en el corto plazo, sino que hay que tener paciencia ya que no se dan de un día para el otro. Es, en sí, una apuesta a mediano o largo plazo. Por otra parte, no es posible realizar segmentaciones, es decir, no podemos segmentar por ubicación ni perfiles demográficos. En este sentido, los resultados de búsqueda orgánica son iguales para todos. Algo que afecta al SEO también es que no se puede determinar el mensaje; lo que aparece en los resultados de búsqueda orgánica es único.
Muchos se preguntarán ¿qué es mejor?, ¿cuál de los dos uso?, ¿hay uno mejor que otro? La respuesta es que la mejor opción es combinarlos.
Al combinarlas y usar las dos herramientas de manera optimizada y eficiente los resultados serán positivos. Lo primero que se debe hacer es un estudio de las palabras clave, y para esto se debe ser estratégico y elegir palabras que tengan alta demanda, pero que la oferta de las páginas web sea baja.
Una vez identificadas las palabras clave que vamos a utilizar debemos poner en marcha la campaña de SEM para ir logrando tráfico a la página web. Antes de esto, por el lado del SEO, debemos estar produciendo contenido que al usuario le sirva y le parezca entretenido. Un contenido original y constante para que los usuarios que llegaron gracias al SEM se entretengan y sean clientes potenciales también gracias al contenido del SEO.
Las dos herramientas deben estar equilibradas para que entre las dos puedan combinarse. Si elegimos palabras con mucha demanda y se le pone poca inversión, nuestros competidores van a ganar en los motores de búsqueda y esa inversión no va a servir para nada. Y si logramos tráfico gracias al SEM, pero el contenido es malo o no es creativo, esos usuarios no van a realizar una acción dentro del sitio web. Entonces, lo que se debe lograr es tener dedicación con el contenido e invertir de manera eficiente.
En definitiva, se trata de hacer una buena investigación y entender qué es lo que el usuario busca y de qué le sirve el contenido que se crea. Siendo así, lo mejor al combinar SEO y SEM es equilibrar las herramientas, ya que, por ejemplo: si invertimos más en SEM pero nuestro contenido es malo, no servirá de nada promocionar un sitio web que no tiene contenido o no es de utilidad para el usuario.
En conclusión, al combinar estas dos herramientas se podrá conseguir tráfico mediante la campaña de SEM y lograr entretener a tu público con tu contenido (SEO), para finalmente lograr tráfico, visibilidad y ventas desde tu sitio web con un contenido único, creativo y constante.